Un Derby Della Madonnina nunca deja indiferente a nadie y este partido no iba a ser para menos.
Estaba en juego pasar a semifinales de la Champions League, la ida en San Siro había sido catenaccio en estado puro, con una victoria del Milan con dos goles en jugadas a balón parado (Jaap Stam 45+1' , Shevchenko 74').
La vuelta en el Stadio Giuseppe Meazza se jugó el 12 de abril de 2005, pero el partido no fue recordado por una gran remontada del Inter de Milan o por una goleada humillante del Milan, sino que el partido fue recordado por una famosa imagen protagonizada por Materazzi y Rui Costa.
Ante un abarrotado y colorido estadio, el partido comenzó con el Inter en busca de la portería rival, mientras que los rossoneri esperaban su oportunidad a la contra. Sin embargo, el juego estaba continuamente parado debido a las numerosas faltas cometidas en los primeros minutos por ambos equipos.
Y si ya lo tenía muy difícil el equipo de Mancini para remontar la eliminatoria todo se le complicó aún más a la media hora de juego tras un golazo de Shevchenko desde fuera del área que superó a Toldo por su palo largo. Con este gol, los nerazzurri necesitaban cuatro goles para clasificarse para semifinales.
En el minuto 73 el árbitro Markus Merk, tras anular un gol al jugador del Inter Esteban Cambiasso, suspendió el partido durante 20 minutos por el lanzamiento de bengalas por parte de los aficionados del Inter.
Una de las bengalas lanzadas impactó sobre el hombro izquierdo del portero milanista Dida. Abbiati acabó por sustituir al brasileño.
Cuando los jugadores volvieron a salir al terreno de juego para reanudar el encuentro, más bengalas volvieron a caer sobre la portería rossoneri. El colegiado alemán suspendió de manera definitiva el encuentro.
Con la suspensión definitiva del partido cayeron más botellas, papeles y bengalas, el Giuseppe Meazza parecía un infierno. Entre tanto jaleo estaban dos jugadores rivales, Marco Materazzi y Rui Costa, apoyados uno sobre el otro, los dos apreciando o incluso disfrutando del caos; algo brillante, casi sin querer.
La foto es perfecta, una obra de arte en la se puede ver todo lo bueno y malo del fútbol. Enseña que el fútbol es simplemente un deporte, que hay disfrutar de él.
Habrá quien se lo tome más enserio y quien menos, ahí ya depende la pasión, envidia, amor, orgullo y odio de cada uno. Por mucha rivalidad que haya entre unos aficionados y otros, siempre tendrán algo en común, y eso es la pasión por este maravilloso deporte llamado fútbol.
Más imágenes del partido:
No hay comentarios:
Publicar un comentario